Pasar al contenido principal
Switch Language

La OMS define a la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

La industria de alimentos tiene como objetivo principal elaborar alimentos seguros para el consumo, lo que en sí mismo promueve la salud en general, pero hoy nos enfocaremos en hablar sobre cómo esta industria continúa transformándose para promover la salud metabólica.

De acuerdo con la OMS, la salud no se limita solo a la ausencia de enfermedades o padecimientos, sino que implica un estado de equilibrio y bienestar y en este sentido, salud metabólica se refiere al equilibrio y buen funcionamiento de los llamados procesos metabólicos, que incluyen la regulación de azúcar en sangre, el metabolismo de grasas, la síntesis de proteínas y la forma en la que el cuerpo usa la energía. 

En consecuencia, una adecuada salud metabólica evitará el padecimiento de enfermedades como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, obesidad y afecciones cardiovasculares, entre otros, relacionados con el metabolismo.

Una persona con buena salud metabólica presenta niveles estables de azúcar, de colesterol y de triglicéridos y los mantiene dentro de un rango saludable. Además, permite que el organismo utilice de forma eficiente la energía a través de los alimentos que consume. Pero ¿cómo es que la industria de alimentos impacta la salud metabólica?

Derivado del aumento en las tasas de obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas no transmisibles, la respuesta de la industria se ha centrado en desarrollar productos que promuevan una mejor salud metabólica y permitan prevenir algunas de estas enfermedades o brindar alternativas a quienes las padecen.

Cada vez más, la industria de alimentos tiene que enfrentar retos que le permitan atender necesidades particulares de los consumidores en lo que a salud metabólica se refiere. Estas innovaciones están cambiando la forma en la que decidimos sobre lo que comemos y cómo afecta a nuestro organismo.

procesamiento de alimentos

Entre las tendencias y avances que ofrece la industria alimentaria para cuidar la salud metabólica podemos mencionar las siguientes:

  1. Alimentos fortificados
  2. Alimentos funcionales
  3. Alimentos bajos en azúcar 
  4. Tecnología de alimentos
  5. Alimentos análogos

Alimentos fortificados

Esta práctica data de alrededor de 1920, la sal yodada fue una de las primeras formas de fortificación que se aplicó como una medida de salud pública para atender las deficiencias de yodo en la población.

Posteriormente, en 1930, se comenzó a fortificar la leche con vitamina D, una práctica que tuvo sus inicios en Estados Unidos, para prevenir el raquitismo. Una década después, también como parte de una política pública, se fortificó la harina de trigo refinada con hierro y vitaminas, práctica que previene la anemia, especialmente en países en los que el consumo de cereales es alto.

La fortificación de alimentos se ha extendido a una amplia gama de productos de consumo masivo para abordar deficiencias específicas y mejorar la salud pública. De esta forma, hoy encontramos a nuestro alcance un sinfín de productos fortificados con una gran variedad de minerales y vitaminas, como ácido fólico, calcio, vitamina A, vitamina C, etc.

Una dieta correcta, es decir variada, inocua, completa, equilibrada, suficiente y adecuada, debería ser suficiente para obtener todos los nutrimentos y así mantener un buen estado de salud. Sin embargo, debido a los malos hábitos de alimentación, no siempre se obtienen los nutrimentos que se necesitan en las cantidades correctas.

Por ello la fortificación es una estrategia que permite prevenir o remediar deficiencias de nutrimentos a través de la tecnología de alimentos. Los organismos reguladores establecen lineamientos claros para la fortificación de alimentos, lo que contribuye al consumo de nutrimentos que no se consumen en la cantidad y frecuencia que deberían.

Alimentos funcionales

Numerosos artículos científicos han probado que algunos alimentos proporcionan beneficios más allá de las necesidades nutrimentales básicas. Tal es el caso de alimentos ricos en fibra soluble, que pueden ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre y a mejorar el metabolismo de los lípidos.

Los alimentos funcionales contienen componentes biológicamente activos que ayudan a mejorar funciones corporales específicas, previenen enfermedades crónicas no transmisibles y promueven el bienestar general de las personas. De forma particular, ofrecen beneficios a la salud digestiva, al control de azúcar en sangre, promueven la salud cardiovascular y refuerzan el sistema inmunológico.

La industria de alimentos desarrolla productos que contienen estos componentes, ofreciendo una amplia gama que se adapte a los gustos y necesidades nutricias de los diferentes grupos de la población. Por ejemplo, alimentos que contienen probióticos, prebióticos y fibra promueven un microbioma intestinal saludable, mejoran la digestión y previenen problemas digestivos como el estreñimiento y la inflamación intestinal.  Los alimentos que fortalecen el sistema inmunológico son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. 

Hoy día podemos encontrar yogur descremado o bajo en calorías, frutos rojos liofilizados o brócoli congelado, alimentos que contribuyen a mejorar el sistema inmune y ofrecen beneficios adicionales a la salud.

Otros ejemplos de alimentos funcionales son los que están diseñados por la industria de alimentos para estabilizar los niveles de azúcar en sangre, como avena o productos adicionados con inulina; otros productos están formulados para promover la salud del corazón, tal es el caso de alimentos adicionados con ácidos grasos omega-3, presentes en aderezos y huevo fresco o productos fortificados con esteroles vegetales.

Leer las etiquetas de los alimentos envasados puede ayudar al consumidor a tomar decisiones informadas sobre los beneficios que requiere para promover una adecuada salud metabólica, a través del consumo de alimentos funcionales.

Adicionalmente, el procesamiento de alimentos puede favorecer que algunos compuestos fitoquímicos se vuelvan activos y brinden ese beneficio extra a la salud, tal es el caso de los licopenos en tomate cocido o flavonoides presentes en el té verde, que protegen contra enfermedades crónicas.

fortificación de alimentos

Alimentos bajos en azúcar

Hoy la población es más consciente de los riesgos asociados con el consumo excesivo de azúcar y de hidratos de carbono refinados, por lo que muchas empresas de alimentos ofrecen alternativas más saludables, como el uso de edulcorantes, alimentos ricos en fibra y el uso alternativo de harinas integrales o de granos enteros de diversas fuentes de origen vegetal.

Cada vez más los consumidores buscan productos que ofrezcan un estilo de vida más saludable a través de la reducción de azúcar en nuevas formulaciones. Sin embargo, los fabricantes de alimentos y bebidas se enfrentan a retos tecnológicos más complejos, por ejemplo, la reformulación de productos, tener etiquetas limpias (clean label), etc. con el fin de ofrecer los productos preferidos del consumidor, sin sacrificar la calidad sensorial y su vida útil.

Tecnologías alimentarias

Los avances tecnológicos se enfocan cada vez más en proteger ingredientes sensibles al calor y la humedad, como es el caso de los probióticos. Estas tecnologías aseguran la viabilidad y funcionalidad de estos componentes a través de tecnologías como la microencapsulación o tratamientos no térmicos como campos eléctricos pulsados, ultrasonido, plasma frío, altas presiones e irradiaciones, entre otros.

Estas tecnologías, además, tienen el potencial de reducir el consumo de energía durante el procesamiento y envasado de alimentos y bebidas y son, incluso, particularmente adecuadas para conservar de manera eficiente los compuestos bioactivos presentes en los alimentos.

Aunque estas tecnologías no son las más comunes en la industria alimentaria, hoy se pueden encontrar en el mercado productos como frutas, hortalizas, productos del mar y hasta guacamole que han sido tratados con estas tecnologías alternativas.

Alimentos análogos

Los alimentos plant based han cobrado popularidad entre los consumidores, no solo por el beneficio a la salud que ofrece tener una dieta rica en alimentos de origen vegetal, sino por el cuidado del planeta que conllevan.

En términos generales, estos productos suelen tener un mejor perfil nutrimental en comparación con los alimentos convencionales, lo que puede beneficiar la salud metabólica.

La industria de alimentos ofrece cada vez más alternativas de productos análogos como hamburguesas, postres o lácteos. El desarrollo de prototipos, la selección de ingredientes, el proceso y el envasado se convierten en un reto para la industria de alimentos que busca satisfacer las tendencias del mercado. Si bien en algunos casos se ha logrado con éxito ofrecer productos con características sensoriales aceptables, una de las principales limitantes a vencer es emular el perfil nutrimental de los alimentos análogos.

Para cuidar la salud metabólica, es necesario adoptar hábitos de vida saludables, que incluyan una dieta correcta, una adecuada hidratación, la práctica regular de ejercicio físico y mantener un peso corporal saludable.

Las alternativas en nuevos desarrollos de productos enfocados en mejorar o mantener la salud metabólica nos ayudan a tomar decisiones informadas sobre alimentación y a mantener un estilo de vida saludable a largo plazo.

La guía de un especialista en la salud, leer las etiquetas de los alimentos y realizar controles médicos regulares, permitirán monitorear los marcadores metabólicos de manera oportuna, con el fin de mantener la salud.

Fuentes de consulta

Alimentación saludable

Te pueden interesar estos artículos