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Lejos de ser “solo una tendencia”, la alimentación consciente ya es una práctica común que ayuda a gestionar emociones, reacciones, actitudes y pensamientos.

Alimentación consciente y mindfulness

Prestar atención plena y estar conscientes de lo que estamos haciendo, en el momento, puede tener un impacto favorable en nuestra vida en todos sus ámbitos, porque al enfocarnos de forma reflexiva en un objetivo, logramos un mejor control sobre nuestras decisiones. Esto se conoce como Mindfulness, una práctica que ayuda a gestionar emociones, reacciones, actitudes y pensamientos.

En los últimos años, la alimentación ha sido uno rubro donde se está trabajando bajo esta premisa, teniendo como resultado un concepto de gran ayuda para el establecimiento de una relación saludable y de disfrute con la comida sin caer en conductas desequilibradas de ingesta: Mindful Eating o alimentación consciente, que básicamente significa prestar atención al momento en que se decide qué comer o qué comprar para alimentarse.

Al seguir el Mindful Eating, los estudiosos en el tema han encontrado que “elevamos nuestra consciencia para seguir patrones de ingesta con curiosidad y aceptación, siendo conscientes de cómo tomamos las decisiones de qué alimentos comer, cómo y cuándo”.

Si bien estas estrategias han sido muy útiles en personas con problemas de sobrepeso, pues les facilitan un proceder más saludable y los ayuda a mantener sus nuevos hábitos alimentarios a largo plazo, cualquier persona que lleve su atención a la forma en que se alimenta, a la experiencia sensorial de sabores y texturas y a sus elecciones de productos e ingredientes, verá recompensado este esfuerzo en un mayor bienestar.

En las sociedades de hoy, en las que no hay tiempo para nada y que todo se hace de prisa, llevar a cabo el Mindful Eating podría resultar una utopía. No obstante, hay acciones muy concretas y sencillas que se pueden seguir para lograr enfocarse a la hora de comer. Harvard Medicine School propone estas 10:

  1. Reflexiona cuáles son tus deseos y necesidades a la hora de comer y decide si quieres hacerlo, qué quieres comer y cómo quieres comer.
  2. Siéntate a la mesa para hacerlo, no lo hagas mientras estés con otra actividad.
  3. Apaga la televisión y dispositivos electrónicos para que prestes atención a qué y cuánto estás comiendo.
  4. Sírvete porciones adecuadas, no comas directo de los empaques.
  5. Elige el plato más pequeño.
  6. Mastica 30 veces al tiempo que disfrutas los sabores y texturas. Esto te ayuda a enviarle mensajes al cerebro cuando ya estás lleno.
  7. Deja tus cubiertos en la mesa hasta que hayas saboreado por completo tu bocado.
  8. Agradece a todos los involucrados en la cadena de producción que te llevó ese plato, incluidos la Madre Tierra y quienes te acompañan en tu hora de comida.
  9. Trata de comer en silencio y en un ambiente tranquilo.
  10. Escucha a tu cuerpo y sus necesidades.
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